sábado, 28 de diciembre de 2013

EL LIBRO VIENE LLEGANDO...



Era imposible verla a través del vidrio empañado, pero a pesar de ello, la sombra que se adivinaba seguía siendo embriagadora. Cuando su cuerpo gastado de emociones, por fin pudo descansar… recordó que los olores traían recuerdos y las miradas acercamientos… y una copa de buen vino, la entrega de la palabra.  Recién en ese preciso instante comprendió la magia de lo que se ve sin ver, y pudo desgastar emociones nuevas en un cuerpo nuevo; y permitió que ella cocinara para él, brindara con él y se desvistiera para él.


María Fernanda Gutiérrez



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